Por Sabrina Mingrone

05 Jun 2011
    

Estamos atravesando una etapa de cambios en el universo y en nosotros como parte de este, donde nos preguntamos acerca de nuestra existencia y misión en este mundo.

¿Qué tanto nos habremos alejado de la luz con nuestros pensamientos y nuestros actos?... 

La palabra Karma es de origen Sanscrito y significa hacer, actuar y causar, es decir que representa la ley de causa y efecto que tiene cualquier acción que realicemos y tiene que ver con un “balance” donde tendremos para nuestra vida lo que hemos dado a los otros.  

El Karma tiene sus raíces en las filosofías orientales tales como la hindú, china o tibetana, las cuales tienen la creencia de que todo ser vivo ha tenido mas de una vida, es decir, que todos, nacemos, crecemos, morimos y volvemos a nacer una y otra vez .

Para los hindúes esto se llama la rueda del Samsara. De esta manera y según nos comportemos en esta vida será nuestra próxima reencarnación.

El karma es el bagaje acumulado de otras vidas, son los obstáculos que debemos superar aquí por algún comportamiento negativo que hayamos tenido en nuestras vidas pasadas. Hay karmas individuales, hay karma familiar, donde la divinidad agrupa una familia con el común denominador  que es un tipo específico de karma, hay  karma colectivo, donde se agrupan personas de diferentes familias con un mismo karma. También, hay karmas nacionales  y  karmas mundiales que compartimos todos los humanos.

El Dharma en cambio es la ley  de retribución que tiene el destino preparado para nosotros por lo bueno que dimos en otras vidas y hoy podemos disfrutar, es el camino correcto, es la evolución propia, el aprendizaje, la armonía y el amor sin desviaciones.

Los hindúes, pasan su vida tratando de librarse de la rueda de las reencarnaciones, deshaciéndose del karma para poder así volver a la energía suprema Brahma, cuando mueran.

La voz interna y la conciencia “Yo soy” nos habla del camino a seguir, dejémonos guiar por esa voz que nos habla desde lo más profundo de nosotros y seguiremos nuestro dharma.

Hay una leyenda hindú que dice que antiguamente el dios Brahma le había dado poderes a todos los hombres de la tierra, por lo cual todos eran dioses, pero cada cual actuaba de manera egoísta y no daba lugar a los demás, el ego se había apoderado de ellos, entonces decidió sacarles esa luz que los hacia poderosos y esconderla en un lugar donde no se les ocurriría buscar… lo mas profundo de su ser.

La luz que tanto buscamos se encuentra en nosotros mismos, no la apaguemos con nuestros actos y pensamientos, hagámosla brillar más y más siguiendo nuestro camino dhármico, de esa forma avanzaremos un poco más en nuestra evolución espiritual y seguiremos la única ley del universo, que es el amor…

 

 

                                                 lic.sabrinamingrone@smandes.com.ar