Desde hace años, tengo a través de la Cámara de Comercio de nuestra ciudad un plan corporativo de Swiss Medical. Todos los meses, antes del día diez, me he acercado a la Cámara a abonar la cuota correspondiente a cada periodo. Ellos, teóricamente y tal como había sido acordado, se ocupaban de abonar a la prepaga.
A principios del mes de agosto, llamé a Swiss Medical para preguntar si me cubrían un tratamiento de inyecciones en mis ojos que debía iniciar cuanto antes, de acuerdo al criterio de mi oculista. En ese momento, se me informó por teléfono que yo “había sido dada de baja el 3 de agosto por morosidad”. ¿Cómo podía ser que yo figurara como morosa en el sistema de Swiss Medical si yo siempre había pagado en término a la Cámara de Comercio? Me acerqué a dicha institución presidida por Sergio Pastine. Allí me enteré que mi situación era también la de otras 34 personas que se habían quedado sin servicio médico de salud “por morosidad”.
Sergio Pastine, en una reunión, mostró los recibos de pago y admitió que él había cometido un error con un cheque “que se lo habían rebotado”. No explicó demasiado esa parte pero la realidad es que hoy, con setenta y tres años de edad y una válvula en el cerebro por hidrocefalia, me encuentro desamparada y estafada.
Swiss Medical dice que la responsabilidad es de la Cámara que no pagó. La Cámara dice que eso es mentira. Y a mí, mientras tanto, lo único que me ofrece la prepaga es pasarme de un plan corporativo a uno individual pero abonando más del doble de lo que pagaba antes mensualmente. Me piden diez mil pesos por mes para continuar con un servicio que ellos mismos me sacaron sin fundamentos. ¿Cuáles son mis opciones reales? No puedo pagar esa suma por mes. No puedo quedarme sin mi servicio de salud y sé que ninguna prepaga me tomará hoy siendo que soy vieja y por lo tanto, le provoco “muchos gastos” al servicio de salud que, por cierto, cobra un dineral mensual y luego cubre muy poco. Nadie me da una respuesta. Me estafaron.
Yo tengo todos los recibos de pago realizados en tiempo y forma a la Cámara de Comercio por el servicio que me daba Swiss Medical. Sin embargo, hoy no cuento con el servicio porque, según Swiss Medical, la Cámara envió un cheque sin fondos o porque, según la Cámara, Swiss Medical quiere deshacerse de los planes corporativos porque no le convienen. Yo me pregunto, ¿Dónde queda el ususario de la prepaga en todo esto? ¿A quién le importa si quienes veníamos abonando ahora quedamos desamaparados, sin servicio de salud y sin los tratamientos que estaban en curso? ¿Quién se hace responsable de esta situación? Tanto la Cámara como Swiss Medical se tiran la pelota unos a otros y yo, al igual que otros tantos de nuestra localidad, quedo en el medio.
Esto se tiene que saber. Estoy iniciando acciones legales por medio de Defensa del Consumidor y también a través de un abogado personal. Necesito una respuesta y que se me devuelva el servicio en las mismas condiciones que tenía cuando se me quitó. Ofrecerme pagar el doble de dinero mensual por volver a tener algo que antes tenía por la mitad y que se me sacó sin justificación alguna de mi parte constituye realmente una gran estafa y un abuso de poder hacia personas grandes como yo que estamos vulnerables en cuanto a nuestra salud.
Alicia Catalina Carbone
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