Pueden ser causantes de problemas graves si son respiradas, ya que pueden penetrar a las vías respiratorias. Evitar que las mascotas respiren en un lugar donde haya cenizas en suspensión. Pueden estar encerrados en galpones o el interior de las viviendas.
Si necesitan salir al jardín para hacer sus necesidades, entrarlos lo más rápido posible. Las pocas cenizas acumuladas en su pelaje, aún cuando haya lamido, no son tóxicas. Si se puede, aspirar el pelaje del animal cuando entra.
No mojar las cenizas, se convierten en piedras duras y filosas difíciles de remover. Lo que sí se recomienda es rociarlas con lluvia fina de agua si van a ser removidas, para que no vuelen tanto durante el procedimiento. Esto es válido para mascotas que viven en patios chicos con piso de material que pueden ser limpiados una vez que cese la caída de cenizas.
Si tomaran agua con cenizas, no sufrirán daño. De todos modos, el agua con sabor a azufre puede hacer que no quieran tomarla.
Pueden dar agua de tomar si se dejan asentar las cenizas en el fondo y se retira el agua limpia de la superficie.
Estos consejos son válidos todo el tiempo que haya presencia de cenizas en el lugar donde se encuentran las mascotas.
Alejandra Segovia
Médica Veterinaria. Matr. Prov. Nqn. 323
Grupo Adopte Una Mascota SMA