El pasado sábado 5 de marzo, falleció en La Habana el compañero y amigo de Ernesto Guevara, Alberto Granado, con quien supo recorrer los primeros caminos de un viaje por Latinoamérica que marcaría la vida de ambos para siempre.

09 Mar 2011
    

El sábado 5 marzo se dio a conocer la triste noticia de la defunción de Alberto Granado a sus 88 años de edad, desde La Habana, lugar en el que residía desde el triunfo de la revolución cubana. Junto al Che, su amigo y compañero, compartía el mismo espíritu aventurero, ese que los llevaría a emprender un inolvidable viaje por Latinoamérica y que cambiaría para siempre la vida de ambos.

Aquel verano de 1952, dos jóvenes llegaban a San Martín de los Andes a bordo de una motocicleta y se refugiaban en el viejo galpón de Parques Nacionales, actualmente convertido en La Pastera, el museo que le brinda homenaje a la obra y pensamiento del Ernesto “Che” Guevara, al que Alberto ayudó junto a la ex intendenta de San Martín de los Andes Luz Sapag, a realizar la disposición que consagrara a este espacio patrimonio cultural y arquitectónico, además de ser declarado de interés municipal.

Cuando recordaba el viaje y en especial su paso por San Martín de los Andes, Alberto decía que ellos habían quedado maravillados con la región. Desde montar un laboratorio en el medio de la cordillera y prestar servicio con un helicóptero, hasta la diferencia de kilaje que le dieron a Pedro Olate –trabajador de Parques que cuidaba el antiguo galpón y quien les diera cobijo - una de las pocas diferencias del diario de viaje de ambos.

Entre las anécdotas que siempre contaba con su incomparable simpatía, recordaba una foto que le tomó Fúser, como él lo llamaba a Ernesto, con una antiparras haciendo que esquiaba y decía “pero mirá que pelotudos con esas antiparras en la nieve y encima se nos cayó y por recuperarla nos cagamos a golpes” expresaba.

Asimismo, Alberto Granado hizo llegar sus saludos durante la primera edición de la Semana del Che por medio de una carta enviada a través de Calica Ferrer, otro de los amigos con los que Ernesto realizara su segundo viaje por Latinoamérica. En la misma, el científico cordobés expresaba sus felicitaciones para todo el equipo de La Pastera por las actividades que se realizan para sostener la lucha y divulgar la obra del Che, que es el mejor homenaje.

Durante estos días, La Pastera rindió homenaje a Granado con una jornada de reproducciones audiovisuales, entre las que se emitieron “Entrevistas”, documental realizado por Darío Fuentes y Héctor Méndez en una entrevista exclusiva realizada en La Habana, donde relató su viaje junto a Ernesto, su paso por San Martín de los Andes y otras tantas anécdotas, así como también la película “Diarios de motocicleta” realizada por Walter Salles.

“Estamos de luto. Alberto era un cordobés entrañable, una maravillosa persona, un compañero, un amigo de la casa. Alberto siempre estás llegando a La Pastera, a las puteadas con Fuser en la moto, pero siempre llegando… al galpón aquel y a nuestro corazón” fueron las palabras de Darío Fuentes, director de La Pastera.

Sobre La Pastera

En la esquina de Rudecindo Roca y Sarmiento, pleno centro de la hoy turística San Martín de los Andes, ejercicio de imaginación mediante, no resulta difícil evocar a Ernesto Guevara de la Serna y Alberto Granado, dos jóvenes que arribaron a esta aldea de montaña a fines de enero de 1952.

Desde el ingreso a La Pastera se aprecia la voluntad estética de conservar el espíritu de mediados del siglo pasado, con la presencia de un expendedor de nafta similar al que estaba ubicado en el lugar cuando Ernesto Guevara y Alberto Granado pasaron allí la noche. El galpón que supo alojarlos está reciclado con parámetros de museología y arquitectura moderna.

Traspasando la puerta hay un completo sector de librería, único espacio construido íntegramente a nuevo, que ofrece joyas de colección: materiales, publicaciones, fotos y libros editados por el Centro de Estudios Che Guevara de La Habana.

En la sala principal, los paneles dinámicos e informativos recrean la vida del líder revolucionario, con una biografía ágil y fotografías inéditas. Los paneles temáticos que completan la muestra acercan la visión del Che sobre los trabajadores, la juventud, su concepción del hombre nuevo, Fidel Castro, la familia. Cálidos y precisos a la vez, los textos van sumergiendo al visitante en su apasionante historia de vida.

Otra forma de acercarse a la vida del Che es a través del multimedia, producido por la Asociación
Trabajadores del Estado (ATE). Entre escritos, videos, música y fotografías se destaca el audiovisual
institucional que muestra, además, la historia del Museo. Otro soporte informativo es una pantalla de plasma donde se reproducen en forma permanente audiovisuales, discursos y entrevistas.

La ayuda visual, en donde se puede ver a Ernesto Guevara en medio de discursos multitudinarios hablando no tanto como un referente político sino como un ciudadano más, es un punto que distingue a este sitio, ya que allí su historia es narrada por sus mismas palabras, sus cartas, sus textos y por su familia.

El recorrido, que también cuenta con un homenaje a los desaparecidos durante la dictadura militar, termina en el entrepiso de la sala donde se puede observar una ambientación con fardos de pasto, espacio original donde durmieron Guevara y Granado en el verano de 1952.

La Pastera, museo del Che no es un museo más. Es un refugio para la historia, el análisis y la reflexión sobre uno de los personajes más emblemáticos de la historia, que todos nombramos, pero no muchos conocemos.